Es una receta de inspiración macrobiótica.
La polenta es muy popular en Italia. Se distinguen tres clases de polentas en Italia: la polenta gialla (polenta amarilla) realizada con harina de maíz amarillo; la polenta bianca (polenta blanca) realizada con harina de castaña y las polentas "oscuras" realizadas con alforfón, estas últimas son las ideales en nuestra alimentación anticáncer por no contener gluten y presentar un IG bajo.
Es un pastel muy fácil de hacer, muy nutritivo que gustará a pequeños y mayores.
INGREDIENTES
- 3 vasos de leche de arroz
- dos puñados de arándanos
- medio vaso de avellanas tostadas y ligeramente picadas
- la piel de medio limón ecológico
- 1 tronquito de canela
- 1 c/s de kuzu
- 3/4 de vaso de zumo de manzana ecológico sin azúcar
PREPARACIÓN
- En un cazo ponemos los tres vasos de leche de arroz con la canela, la piel de limón y un puñadito de arándanos picaditos. Lo llevamos a ebullición con el fuego lento para infusionar la leche.
- Cuando hierva, retiramos la canela, la piel de limón y empezamos a espolvorear la polenta en forma de lluvia, sin dejar de remover y así evitar que se formen grumos. Apagamos el fuego y seguimos removiendo mientras añadimos las avellanas. Tiene que quedar como una pasta.
- Engrasamos un molde con un poco de aceite y ponemos la pasta bien repartida. Dejamos que se enfríe antes de sacarlo del molde, así se hace más consistente.
- Para a la salsa: Poner a calentar la mayor parte del zumo con el resto de arándanos. Mientras se calienta diluimos el kuzu con el resto del zumo y a continuación lo añadimos a la mezcla anterior. Seguiremos removiendo hasta que la preparación se vuelva otra vez transparente. Veréis que empieza a espesar rápidamente. Trituraremos todos los ingredientes y obtendremos una salsa roja que a medida que va enfriando se va espesando.
- Una vez desmoldado el pastel agregamos la salsa de arándanos por encima y ya se puede servir!
Fácil ¿no? Sirve de postre, de desayuno o merienda!!!