Hoy quiero hablaros del riesgo para la salud que supone trabajar a turno de noche. El texto está extraido del libro Mis Recetas Anticáncer.
Trabajar por turnos y sobre todo en turno de noche se ha relacionado con una mayor probabilidad de padecer cáncer y la OMS lo ha declarado como cancerígeno. En un estudio hecho con enfermeras se comprobó que las que trabajan en turno de noche tenían más riesgo de padecer cáncer de mama que las que no hacían estos turnos. Este estudio se llevó a cabo con las 78.500 mujeres del Nurses´ Health Study, y sugirió que las enfermeras que habían trabajado en el turno nocturno durante diez años tenían un 60 % más de riesgo de padecer cáncer de mama y un mayor riesgo de padecer cáncer de colon en comparación con las que no trabajaron de noche.
Un estudio japonés realizado a más de 14.000 hombres reveló que los trabajadores que varían entre turnos de día y de noche tenían el triple de la tasa de cáncer de próstata. Y en experimentos en los ratones para recrear las condiciones de los trabajadores por turnos, el crecimiento de tumores se acelera.
Sucede igual en el caso de las auxiliares de vuelo que cambian continuamente de huso horario.
Trabajar a turno de noche además de incrementar el riesgo de padecer cáncer acarrea muchos problemas de salud que afectan a la memoria, la cognición, el colesterol, la presión arterial, los desórdenes anímicos y la infertilidad.
La falta de sueño es la causante de un mayor riesgo de cáncer, pues se alteran nuestros biorritmos y no permitimos que nuestro organismo trabaje de forma natural y fisiológica al eliminar las horas de descanso nocturno.
Durante los dos años anteriores a padecer cáncer trabajaba en turnos de cuarenta y ocho horas de guardia seguidas. Era horrible, tantas horas de cara al público sin poder dormir, sin descansar, siempre alerta por si llegaba una urgencia. Entre mis compañeras de promoción sé al menos de cuatro que han padecido cáncer antes de los treinta y cinco años.
Mientras me formaba como médico de familia en el hospital Virgen de las Nieves de Granada realicé dos estudios para calcular la calidad de vida de los médicos residentes (en periodo de formación) y el burnout (sensación de estar quemados por el trabajo). Comprobé cómo tras un corto periodo de uno a tres años trabajando como médicos, haciendo guardias en un servicio de urgencias, nuestra calidad de vida había mermado de manera alarmante, afectando a nuestro sueño y a nuestro humor y estado de ánimo.
¿Por qué la falta de descanso nocturno puede ocasionar cáncer? Está relacionado con una hormona que se produce por la noche y se llama melatonina. Esta hormona tiene un ciclo que varía con el periodo diurno/nocturno, de modo que su producción empieza desde que desaparece el sol hasta el amanecer y disminuye durante el día. Se forma en la glándula pineal que se encuentra en el cerebro. Desde que amanece hasta el atardecer nuestro cuerpo genera otra hormona lla- mada serotonina, y a partir de ella nuestro cuerpo sintetiza la melatonina. Una reducción considerable de la melatonina circulante puede dar lugar a múltiples enfermedades, como alzhéimer, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, neurológicas, metabólicas y endocrinas y cáncer. Para su correcta producción es esencial que a las once de la noche dejemos de estar expuestos a la luz, de modo que antes de las once, todos a la cama.
La melatonina es muy importante para nuestro bienestar físico y mental:
• Induce al sueño, es decir, es hipnótica.
• Disminuye la oxidación y el daño producido por los radicales libres.
• Su déficit produce insomnio y depresión.
• Mejora significativamente el crecimiento del tiroides.
• Reduce la depresión de la mujer menopáusica.
• Modula el sistema inmunológico.
• Puede disminuir la replicación del virus VIH.
La melatonina inhibe el desarrollo y/o crecimiento de varios tipos de tumores en cultivos celulares de laboratorio y en animales. La me- latonina puede producir la apoptosis (suicidio celular) de cierto tipo de tumores y, por el contrario, su reducción de forma importante puede dar lugar a la aparición de cáncer. Esto es un hallazgo muy importante para ayudar a prevenir y tratar el cáncer.
Si por motivos laborales tienes que trabajar de noche y estás ex- puesto a la luz y no puedes descansar, la producción de melatonina en tu organismo disminuye al interrumpirse el ritmo circadiano de pro- ducción de melatonina y serotonina y con ello se incrementa la posibilidad de padecer cáncer Las personas que tienen problemas importantes y crónicos de sueño, aunque no trabajen de noche, también pueden ver incrementado su riesgo de padecer cáncer.
Mi recomendación
Descansa siempre que el cuerpo te lo pida. Para asegurarte el sueño nocturno, cena temprano y no hagas cenas copiosas. No realices actividades que activen tu mente antes de irte a la cama. Procura descansar un mínimo de siete horas nocturnas. Procura acostarte cuando desaparece la luz del sol y despertarte cuando vuelve a aparecer. Éstos son nuestros ritmos circadianos y siguiéndolos nuestras funciones fisiológicas se realizan a la perfección y nuestro cuerpo trabaja en armonía. Se ha comprobado que cuando se interrumpen los ritmos sueño-vigilia naturales aumenta el riesgo de padecer cáncer. En nuestra sociedad, donde todo está tan iluminado, es difícil irse a dormir con el sol y aún menos en verano. En España vivimos mucho la noche y en verano las veladas suelen prolongarse hasta bien entrada la noche. Sin embargo, cuando no existía la electricidad la gente se iba a dormir con las gallinas al ponerse el sol. Las tasas de cáncer antes y ahora son bien diferentes y nuestra continua transgresión de las leyes de la naturaleza puede ser la causante de esta epidemia de cáncer.
Texto extraído del libro MIS RECETAS ANTICANCER. Editorial Urano
Fuente:
Schernhammer ES, Kroenke CH, Laden F. Hankinson SE. Night work and risk of breast cancer. Epidemiology. 2006 Jan;17(1):108-11.
Schernhammer ES, et al. Rotating night shifts and risk of breast cancer in women participating in the nurses’ health study. J Natl Cancer Inst. 2001 Oct 17;93(20):
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Megdal SP, Kroenke CH, Laden F, Pukkala E, Schernhammer ES. Night work and breast cancer risk: a systematic review and meta-analysis. Eur J Cancer. 2005
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Fernández O, et al. Professional quality of life of the residents physicians. Arch med. 2007;3(1).