Hoy os dejo con un testimonio que os va a conmover. Conocí a Silvia hace casi dos años, cuando su hija e Iker estaban recién nacidos. Desde el primer momento su fuerza y valentía me sorprendió. Sabía que lo superaría a pesar del mal pronóstico inicial.
Ser madre y descubrir que tienes cáncer el mismo día
En agosto del 2013, el día que nació mi hija, me diagnosticaron cáncer de colon en estadio IV. No me lo podía creer, estaba pasando el mejor momento de mi vida, era la mujer más feliz del mundo al ver la carita de mi pequeña y de repente se me vino todo abajo. Pasé una semana en el hospital haciendo todo tipo de pruebas y sin dejar de pensar que no podía ser, que debía ser un error y que quería vivir para ver crecer a mi bebe que acababa de nacer. A la semana me informaron que me dejaban tres semanas de descanso para recuperarme del parto y que ese iba a ser el tiempo que tendría para dar el pecho a mi bebe porque a continuación empezaría con quimio. Era la única opción que me daban después del primer diagnóstico. Me dijeron que la curación no era posible y no contemplaban la posibilidad de operar.
Comienza la búsqueda de "algo más"
La ginecóloga me recomendó una terapeuta Gestalt para enfrentar la situación de la mejor manera posible. Fue la terapeuta quien me recomendó leer tu libro, el cual cambió por completo mi manera de ver la enfermedad. Seguí trabajando la mente, empecé a introducir cambios en mi alimentación, conseguí que mamás me donaran leche materna. Tuve además la fortuna de conocerte al poco tiempo, y me diste mucha fuerza para salir adelante.
Además tuve la primera consulta con mi oncóloga quien me dijo que mi situación era realmente complicada, que nunca habían tenido un caso como el mío, pero que ella iba a poner todo lo que estuviera en su mano para que me pudiera operar y conseguir la curación aunque no fuera nada fácil. Así que ella puso en marcha toda la artillería, yo todas mis fuerzas, y pasé por cuatro operaciones, otras intervenciones, y pasé por complicaciones bastante serias que comprometieron mi vida. Entre operación y operación, cuando estaba con quimio, hacía siempre que podía la dieta de Odile, personalizada por una nutricionista. Trabajé mucho la mente. Me centré en disfrutar de mi hija todo lo que podía, a darme cuenta y preguntarme para qué en vez del porqué de mi enfermedad.
Una nueva vida llena de gratitud
A día de hoy mis prioridades han cambiado tanto que soy otra persona. Me siento más fuerte y segura de mi misma y aunque parezca increíble me siento mucho más guapa y más orgullosa de mí. Ahora sólo quiero estar con la gente que me quiere y me hace sentir bien y no permito que me hagan sentir mal. El 2 de marzo (nunca se me olvidará la fecha ya que es el cumpleaños de mi sobrino) me confirmó la oncóloga que estoy libre de enfermedad!! ¡La revisión salió perfecta!
Ahora es momento de disfrutar de la vida. Estoy feliz y agradecida por esa oportunidad que me ha dado la vida, dios, el universo y todos los que han estado conmigo: familiares (especialmente gracias a mi marido que ha estado conmigo en todo momento), al equipo médico que me ha atendido tanto por su profesionalidad como por su trato humano, en especial a mi oncóloga y cirujanos, psicóloga, nutricionista, etc. Es increíble además la cantidad de personas que sin conocerme me han ayudado y dado fuerzas, como las mamas que me donaron leche, una persona muy especial para mí (yo le llamo mi guía espiritual) que ha estado ahí cuando lo he necesitado y sin pedir nada a cambio, como todos mis nuevos amigos de terapias naturales (en especial, quien me hace terapia de cuencos tibetanos y mi profesora de yoga).
Y agradecida a ti, porque todo esto lo he podido conseguir gracias a toda la información valiosa que nos has proporcionado y las fuerzas que nos has trasmitido para llevar a cabo todo lo que hice y lo que aun sigo haciendo para estar sana y curada.
Gracias, gracias, gracias Odile!
Odile y Silvia en La Casa del Libro de Madrid. Marzo 2015 |