"Cada cebolla que tomamos agrega un día de vida a nuestra existencia", dice un sabio dicho.
Las cebollas son ricas vitaminas B y C y en minerales. Sustancias muy importantes para que funcione nuestro sistema anitoxidante y eliminemos los dañinos radicales libres.
Activa la secreción de los jugos digestivos y favorece el mantenimiento de la flora intestinal que beneficia la eliminación de toxinas y a nuestro organismo en general.
También contiene una buena proporción de enzimas y glucoquinina un compuesto que, al igual que la insulina, ayuda a reducir el exceso de azúcar en la sangre, por lo que su consumo es favorable para los diabéticos y enfermos de cáncer.
Las cebollas son la fuente natural más abundante de bioflavonoides, entre ellos la Quercetina. Los flavonoides son sustancias muy activas contra los tumores de piel, colon, ovario y mama.
La cebolla morada es la variedad más rica en quercetina.
Sería conveniente consumirla a diario para aprovechar sus excelentes propiedades antittumorales.
De su misma familia y por tanto con propiedades similares encontramos la cebolleta y el puerro.
Además de sus propiedades antitumorales, la cebolla es muy útil para regular los niveles de colesterol y prevenir las enfermedades cardiovasculares.