Los batidos verdes son una excelente fuente de vitaminas, minerales, enzimas, antioxidantes, clorofila, fibra soluble, agua y proteínas.
Pueden ayudarnos enormemente en el proceso de autosanación, y de reequilibrio interno.
Son muy detoxificantes. Aumenta el nivel de energía y vitalidad. Mejoran la digestión.
Disminuyen el deseo de tomar alimentos que "nos matan": azúcar, grasas, salados...
Mejoran nuestro cutis y nuestro cabello. Mejoran el estado de ánimo.
Lo ideal sería tomar un litro de batido o zumo verde al día. Y aunque esto parece difícil lo importante es acostumbrarse a tomarlos a diario aunque sea en menor cantidad. La diferencia entre uno y otro está a la hora de prepararlos. Los zumos se hacen con licuadora y los batidos batiendo con una batidora o procesador de alimentos.
¿Cómo se preparan?
Mezclando hojas verdes, con fruta y agua.
Hojas verdes: lechuga, espinacas, acelgas, perejil, rúcula, berros, canónigos, berza, hojas de coliflor y remolacha, apio...
Hay que ir experimentando con las mezclas hasta encontrar la que nos resulte más sabrosa.
Para los zumos verdes os recomiendo que uséis una licuadora de extracción lenta o bajas revoluciones, para así aprovechar al máximo los nutrientes que nos ofrecen las hojas verdes, y además obtener zumos más sabrosos.
Os recomiendo la licuadora VERSAPERS. Relación calidad precio es la mejor que he encontrado.
Las licuadoras lentas o de bajas revoluciones
- Trituran, exprimen y prensan lentamente la fruta o verdura manteniendo intactas las enzimas y los nutrientes, y como los vegetales no entran en contacto con la cuchilla, el zumo se oxida menos y se mantiene fresco más tiempo.
- Producen mucha más cantidad de zumo porque estruja hasta la última gota de la pulpa.