Os dejo con un post escrito con mucho cariño para este blog por Narayani Chaitanya
Nunca sabemos qué va a pasar con una enfermedad como un cáncer. Puede que vaya muy bien, y la vida sea muy larga, o puede que derive en algo terrible y desenlace en muy poco tiempo.
La persona tiene que tomar la responsabilidad de su mano.
Hay estímulos que pueden derivar a una depresión física y los hay hacia una depresión psicológica. Por eso es muy importante hacer ejercicio, un ejercicio adecuado, y también cooperar en qué comer, que no comer, qué beber y qué no… Hay que dormir adecuadamente, pero también hacer ejercicio y tener una dinámica corporal.
Todo para evitar que la mente descienda a través de una pasividad mental.
Lo que hay que hacer ha de estar basado en la pureza, en todos los sentidos. En la mayoría de los casos hay que renunciar a lo que nos gusta. Esa es la forma de llegar a un estado físico mejor que el de cualquier persona.
Desde luego, tener un comportamiento de gratitud: decir Gracias y demostrarlo en los hechos. Esforzarse por hacer más trabajo. Esforzarse por hacer una vida normal. Ser una persona normal.
Si tienes una enfermedad en tu cuerpo considera que no estás enfermo en tu mente, el cuerpo puede estar enfermo pero nunca seas una persona enferma.
Si la muerte se aproxima, acéptala con renuncia. Solo es un tránsito. Mantén la paz, la calma, la ecuanimidad, la serenidad. Según cómo ha sido tu vida, así vivirás el momento de la muerte.
El miedo no tiene que dominarte. Tienes que aprender a soltar la vida, lo mismo que todos hemos de aprender a hacerlo, porque nada de lo que tienes te pertenece, ni tus cosas, ni tus posesiones, ni las personas a las que te sientes vinculado por la emoción tampoco. Así que no te llevas nada, por tanto no te agarres a ninguna de ellas. Cuando nacemos hemos venido solos y desnudos, y cuando morimos nos vamos también solos y sin nada, igual que en el origen.
Todo lo anteriormente dicho es sólo una muestra de las enseñanzas dadas por mi querido Maestro Swami Shankaratilakanda, desde que supimos sobre mi enfermedad. Él siempre se ha preocupado por mi, y me ha hecho entrever que el cuerpo es sólo el cuerpo y la conciencia no puede disminuir ante lo que le pase al cuerpo.
El yoga tranquiliza, armoniza y brinda mayor estabilidad interior.
La persona tiene que tomar la responsabilidad de su mano.
Hay estímulos que pueden derivar a una depresión física y los hay hacia una depresión psicológica. Por eso es muy importante hacer ejercicio, un ejercicio adecuado, y también cooperar en qué comer, que no comer, qué beber y qué no… Hay que dormir adecuadamente, pero también hacer ejercicio y tener una dinámica corporal.
Todo para evitar que la mente descienda a través de una pasividad mental.
Lo que hay que hacer ha de estar basado en la pureza, en todos los sentidos. En la mayoría de los casos hay que renunciar a lo que nos gusta. Esa es la forma de llegar a un estado físico mejor que el de cualquier persona.
Desde luego, tener un comportamiento de gratitud: decir Gracias y demostrarlo en los hechos. Esforzarse por hacer más trabajo. Esforzarse por hacer una vida normal. Ser una persona normal.
Si tienes una enfermedad en tu cuerpo considera que no estás enfermo en tu mente, el cuerpo puede estar enfermo pero nunca seas una persona enferma.
Si la muerte se aproxima, acéptala con renuncia. Solo es un tránsito. Mantén la paz, la calma, la ecuanimidad, la serenidad. Según cómo ha sido tu vida, así vivirás el momento de la muerte.
El miedo no tiene que dominarte. Tienes que aprender a soltar la vida, lo mismo que todos hemos de aprender a hacerlo, porque nada de lo que tienes te pertenece, ni tus cosas, ni tus posesiones, ni las personas a las que te sientes vinculado por la emoción tampoco. Así que no te llevas nada, por tanto no te agarres a ninguna de ellas. Cuando nacemos hemos venido solos y desnudos, y cuando morimos nos vamos también solos y sin nada, igual que en el origen.
Todo lo anteriormente dicho es sólo una muestra de las enseñanzas dadas por mi querido Maestro Swami Shankaratilakanda, desde que supimos sobre mi enfermedad. Él siempre se ha preocupado por mi, y me ha hecho entrever que el cuerpo es sólo el cuerpo y la conciencia no puede disminuir ante lo que le pase al cuerpo.
El yoga tranquiliza, armoniza y brinda mayor estabilidad interior.
El yoga tiene múltiples beneficios sobre la salud, tanto a un nivel físico como emocional y espiritual, esta práctica es milenaria y no sólo constituye una práctica sino incluso es toda una filosofía de vida para muchos yoguis, durante siglos y siglos.
Uno puede convertirse en un auténtico yogui, o puede beneficiarse de esta disciplina siguiendo su propio estilo de vida occidental.
Pondré sólo un ejemplo de un estudio entre muchos:
2010. En el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, según las siglas en inglés), en Chicago, se presentó el estudio más grande hecho hasta ahora sobre el yoga en pacientes oncológicos.
Evaluaron a 410 personas que habían sobrevivido a cánceres en estadíos tempranos (mayoritariamente mujeres con tumores mamarios) que habían manifestado problemas de sueño entre dos meses y dos años después de finalizado su tratamiento. La mitad siguió durante un mes un programa de yoga diseñado especialmente para pacientes oncológicos y los resultados fueron muy positivos: pudieron dormir mejor y tuvieron menos fatiga. En general, redujeron también el uso de drogas para dormir y mostraron una mejora general en su calidad de vida . “Muy pocos tratamientos para los problemas de sueño y la fatiga que experimentan los pacientes con cáncer funcionaron bien por un período prolongado de tiempo. Esta disciplina trabaja en tres planos. En el físico, los ejercicios posturales ayudan a una mayor elongación y tonicidad. Pero también, afirman sus promotores, permite relajar la mente y mejorar la capacidad intelectual, al tiempo que equilibra las emociones.
Los participantes del estudio siguieron un programa especial que se llama YOCAS (por las siglas en inglés de Yoga para Sobrevivientes del Cáncer). Tomaron clases de 75 minutos, dos veces por semana, durante un mes.
Las clases se basaron en pranayamas (ejercicios de respiración), 18 tipos de asanas (las diferentes posturas) y en la meditación. Al finalizar la investigación, el 31% había logrado dormir mejor, contra el 16% de los que sólo tuvieron monitoreo médico. El 20% de los que estaban tomando pastillas para dormir dejaron de hacerlo y el 44% tuvo menos fatiga. Además, el 6% reportó una mejora general en su calidad de vida, mientras que ninguno de los integrantes del grupo de control lo hizo.
Esto mismo es lo que yo he practicado, vida en yoga desde hace treinta años: meditación, asanas, pranayamas, y una dieta en dharma, sin dañar a otros seres que también tienen sistema nervioso central, los animales.
Si el yoga cura el cáncer, no lo puedo afirmar ni prometer. Pero la enfermedad y la muerte no existen para la conciencia en yoga.
Narayani Chaitanya.
Narayani Chaitanya imparte clases de Yoga en Granada Academia Yoga Granada En la actualidad está en marcha un proyecto muy interesante. Crear un grupo de yoga para personas con cáncer. Cuando tenga más información la subo al blog.
Uno puede convertirse en un auténtico yogui, o puede beneficiarse de esta disciplina siguiendo su propio estilo de vida occidental.
Pondré sólo un ejemplo de un estudio entre muchos:
2010. En el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, según las siglas en inglés), en Chicago, se presentó el estudio más grande hecho hasta ahora sobre el yoga en pacientes oncológicos.
Evaluaron a 410 personas que habían sobrevivido a cánceres en estadíos tempranos (mayoritariamente mujeres con tumores mamarios) que habían manifestado problemas de sueño entre dos meses y dos años después de finalizado su tratamiento. La mitad siguió durante un mes un programa de yoga diseñado especialmente para pacientes oncológicos y los resultados fueron muy positivos: pudieron dormir mejor y tuvieron menos fatiga. En general, redujeron también el uso de drogas para dormir y mostraron una mejora general en su calidad de vida . “Muy pocos tratamientos para los problemas de sueño y la fatiga que experimentan los pacientes con cáncer funcionaron bien por un período prolongado de tiempo. Esta disciplina trabaja en tres planos. En el físico, los ejercicios posturales ayudan a una mayor elongación y tonicidad. Pero también, afirman sus promotores, permite relajar la mente y mejorar la capacidad intelectual, al tiempo que equilibra las emociones.
Los participantes del estudio siguieron un programa especial que se llama YOCAS (por las siglas en inglés de Yoga para Sobrevivientes del Cáncer). Tomaron clases de 75 minutos, dos veces por semana, durante un mes.
Las clases se basaron en pranayamas (ejercicios de respiración), 18 tipos de asanas (las diferentes posturas) y en la meditación. Al finalizar la investigación, el 31% había logrado dormir mejor, contra el 16% de los que sólo tuvieron monitoreo médico. El 20% de los que estaban tomando pastillas para dormir dejaron de hacerlo y el 44% tuvo menos fatiga. Además, el 6% reportó una mejora general en su calidad de vida, mientras que ninguno de los integrantes del grupo de control lo hizo.
Esto mismo es lo que yo he practicado, vida en yoga desde hace treinta años: meditación, asanas, pranayamas, y una dieta en dharma, sin dañar a otros seres que también tienen sistema nervioso central, los animales.
Si el yoga cura el cáncer, no lo puedo afirmar ni prometer. Pero la enfermedad y la muerte no existen para la conciencia en yoga.
Narayani Chaitanya.
Narayani Chaitanya imparte clases de Yoga en Granada Academia Yoga Granada En la actualidad está en marcha un proyecto muy interesante. Crear un grupo de yoga para personas con cáncer. Cuando tenga más información la subo al blog.