En post anteriores hablamos de métodos de cocinar anti cáncer, hoy vamos a hablar de métodos que pueden causar cáncer.
Os voy a adelantar un extracto del libro que estoy escribiendo...
En el libro hablaremos de cuales son los alimentos anticáncer y pro cáncer y de como preparar esos alimentos, además de incluir recetas ricas y sabrosas.
Bueno a lo que iba... Hoy hablaremos de dos métodos que no deberíamos usar para cocinar.
1. Freir. Al freír se alcanzan altas temperaturas que pueden generar sustancias tóxicas. En una freidora la temperatura puede superar los 300º. Cuando se usan para freír aceites, mantequillas o margarinas se generan sustancias con potencial cancerígeno llamadas acroleínas. Las acroleínas se han relacionado con un aumentado riesgo de padecer cáncer de pulmón y páncreas. Es común, sobre todo en hostelería, reutilizar el aceite para freír una y otra vez… lo que genera una y otra vez, y cada vez en más cantidad sustancias cancerígenas. Así que ojo con esos bares que nos deleitan con un olor a aceite frito nada más entrar, en estos casos mejor cambiar de local. Al freír los alimentos estos también son más difíciles de digerir al alterarse las grasas y proteínas y en consecuencia las digestiones se hacen más pesadas.
2. Barbacoas o Parrillas. Cuando preparamos una carne a la parrilla y empezamos a ver que esta se torna de un color negruzco, tan apreciado por algunos domingueros, nos encontramos frente a un demostrado cancerígeno… el Benzopireno que es un hidrocarburo aromático policíclico con un potente efecto cancerígeno. Además de benzopireno también se generan otras sustancias con potencial cancerígeno llamadas aminas heterocíclicas. Cuando ingerimos carne chamurrascada estos 2 tóxicos nuestro riñón debe hacer un gran esfuerzo para eliminarlos de nuestro cuerpo, por lo que no es de extrañar que el consumo de carne cocinada a altas temperaturas se asocie con un incremento del riesgo de padecer un carcinoma renal..
Los benzopirenos y aminas heterocíclicas no sólo se generan en las barbacoas, también en los frutos secos fritos, el café torrefacto, el pan muy tostado, las pizzas y pan hechos en horno de leña… Así que cuando veamos restos carbonizados en un alimento mejor lo apartamos, preferiremos los frutos secos crudos a los fritos, y el pan al vapor al hecho en horno de leña.