Desde hace casi un siglo los investigadores han sabido que las células del cáncer son muy peculiares en sus apetitos y devoran la glucosa con un entusiasmo que las células normales no comparten. Ahora han descubierto que la ingesta de glucosa es sólo una parte del metabolismo del cáncer.
Los investigadores del Instituto Broad y el Hospital General de Massachusetts analizaron 60 cepas de células cancerosas bien conocidas para determinar cuál de los más de 200 metabolitos eran consumidos por las células que se dividían más rápido.
El estudio, que resultó en la primera descripción en gran escala del metabolismo del cáncer, apunta al papel clave que desempeña el más pequeño de los aminoácidos, la glicina, en la proliferación del tumor.
“Hay un interés creciente por el papel del metabolismo en el cáncer, pero hasta ahora los estudios se han enfocado en una o dos sendas muy específicas”, dijo el autor principal Vamsi Mootha, codirector del Programa de Metabolismo en el Instituto Broad.
“Nosotros emprendimos con un enfoque imparcial para observar todo el metabolismo y así emergió la relevancia de la senda de la glicocola”, agregó.
Motha y sus colegas desarrollaron una técnica que les permitió medir el flujo de metabolitos, que son los precursores y productos de las reacciones químicas que ocurren en el cuerpo.
La mayor parte de las veces, cuando los investigadores miden los metabolitos, lo que toman es una imagen de los niveles de metabolitos en un momento determinado.
El equipo aplicó la técnica a una colección de 60 cepas de células de cáncer que los científicos han estudiado durante muchas décadas, y sobre las cuales se conocen bien su sensibilidad a diferentes medicamentos, la actividad de genes y proteínas, las tasas de división celular y otros datos referidos a nueve tipos de tumores.
Uno de los resultados más impresionantes del análisis de datos fue ver cómo el patrón de consumo de glicina está relacionado con la velocidad de división de las células cancerosas.
En las células que se dividen con más lentitud se liberan pequeñas cantidades de glicina en el medio de cultivo, pero cuando están presentes las células que se dividen rápidamente, el consumo de glicina es voraz.
Los investigadores anotaron que muy pocos son los metabolitos que tienen este patrón inusitado por el cual las células de rápida división consumen el metabolito, en tanto que las de división lenta lo producen.