Hoy se cumplen dos años desde que
me extirparon lo que en principio parecía un tumor benigno y al final resultó
ser un cáncer maligno de ovario. Han pasado 24 meses desde que mi vida cambió
de forma radical. Miro atrás y me parece que hace siglos. Ya parece lejana la
angustia, el miedo, la ansiedad ante un diagnóstico tan cruel. Semanas después
de la operación, tras un intenso sufrimiento mental aparecieron las metástasis
y ahí mi vida se desmoronó y ví muy cercana mi muerte. Lloré, lloré y me
despedí de mis seres queridos, en especial de mi hijo. Pero algo me hizo
resurgir, algo hizo cambiar el rumbo de mi vida. Tomé las riendas de mi vida y
de mi enfermedad y puse todo mi empeño en curarme para poder ver a mi hijo de 3
años crecer.
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En Tenerife para celebrar la curación |
De repente, creció en mí un
intenso deseo de vivir, era como una ola que se instaló para llevarse lo malo y
dejar tras de ella salud, paz y armonía. Era tal esa fuerza que en pocas semanas me sentí curada. No
necesitaba pruebas, sabía que había desaparecido el cáncer. Aun así lo comenté
con el oncólogo, hicimos pruebas de imagen y era cierto. Las metástasis ya no
estaban.
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Con mi peque. Los dos rapaditos |
Pero vayamos al principio…. Antes
de la operación yo llevaba un año que no me encontraba bien. Estaba algo
deprimida, tenía mucha hambre, sobre todo ansiaba comer dulces, me sentía rara,
sabía que algo no marchaba bien. Tenía un trabajo muy estresante que odiaba,
trabajaba 48 horas seguidas en un punto de atención a urgencias. Así fin de semana tras fin de semana durante
2 años. No dormía bien, comía mal, estaba estresada…. Un coctel que me estaba
predisponiendo a enfermar. 2 meses antes de mi operación empecé a obsesionarme
con el cáncer, sentía que yo o algún familiar cercano iba a tener cáncer. Un
día decidí hacerme una tira de glucemia, para ver como tenía el azúcar en
sangre, dado que presentía que algo no marchaba y tenía una mala corazonada.
Efectivamente, el azúcar estaba por las nubes… en ese momento algo me dijo que
tenía cáncer. Diréis, que raro, una hiperglucemia le hace pensar en cáncer. No
es tan raro, los diabéticos tienen más riesgo de padecer cáncer que los no
diabéticos. Ahora tocaba saber donde estaba ese maldito cáncer. Pensé en mi
punto débil, aparato digestivo y ginecológico, ahí debía estar. Me palpé el
abdomen y voilá una masa grande en el lado derecho. Lo que tanto había
presentido ahí estaba.
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Meses antes de palpar el cáncer |
Mis colegas decían que parecía un
mioma, era demasiado grande y redondo para ser maligno. Había que quitarlo para
asegurarse. Así entre en quirófano hace dos años y comenzó mi nueva vida.
Esta nueva vida es mejor que la
anterior, he aprendido a disfrutar más del día a día, he aprendido a dar
gracias a la vida por todas las cosas maravillosas que tengo, he aprendido a
decir no, he apartado de mi vida a quienes no me querían y he aprendido a ser
feliz. Ahora estoy haciendo lo que me gusta, ayudar a los demás, pero sin
estrés a mi ritmo. Dando mucho a los demás pero poniendo limites. Ahora soy muy
muy feliz. Dentro de unos días tengo revisión con el oncólogo, sé que todo irá
bien.
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Tras superar la enfermedad |
¿Que fue esa fuerza, esa ola
sanadora, esa energía vital que me hizo sanar? No lo sé, jejeje. Ojalá lo supiera
y pudiese daros la formula mágica. Creo que fue un compendio de todo. Fue la positividad, la risa, el ejercicio, la
alimentación crudivegana, las personas que me mostraron su amor y cariño
incondicional, la quimioterapia… yo creo que fundamentalmente fue mi fuerza
interior y mi sistema inmune
J
Estabamos dispuestos a enfrentarnos a cualquier cosa, e igual que atraje la
enfermedad con el pensamiento creo que también atraje la curación de una u otra
forma. Por eso, he escrito un libro “MIS RECETAS ANTICANCER” donde os cuento
todo mi proceso de sanación, todo lo que hice para recuperar la salud. Espero
que alguna editorial quiera publicarlo para que podáis aprovechar lo que me sirvió
a mí con el deseo de que os sirva a vosotros.
Hoy os dejo con unas fotos mías,
antes del cáncer, durante el cáncer y después del cáncer. Mirad como ha
cambiado mi rostro y mi mirada.