Somos lo que comemos. No hay duda que es así pero saber qué alimentos son los más indicados para prevenir las peores enfermedades que existen es lo más complicado. Sin embargo, hoy día tenemos la gran suerte de conocer múltiples experimentos realizados con ratones que han demostrado que una alimentación con suplementos ricos en metilo en hembras preñadas pueden afectar a los ajustes de los controles de volumen en su embrión. La demostración de que los nutrientes pueden afectar negativa y directamente al ADN es algo reciente. No obstante, es cierto que todavía no sabemos lo suficiente sobre cómo el silenciamiento de los genes también puede ser afectado por factores ambientales. De hecho, el éxito de la dieta epigenética viene dado por su gran función en la lucha contra el cáncer porque esta enfermedad es bien conocida como “genética” pero al mismo tiempo, es epigenética.
Experimentos recientes
Una investigación se basó en un grupo étnico de la India meridional, donde la higiene no es la más adecuada pero su alimentación es puramente sana donde excluyen los productos animales. Éstos demostraron gozar de perfecta salud, tanto niños como adultos, superando la del mundo occidental. Alguna de esas familias emigraron a Europa y continuaron comiendo de la misma manera que en su país. Sin embargo, a pesar de ello, algunos enfermaron con gran rapidez a causa de que las verduras, meticulosamente lavadas, no contienen la bacteria necesaria que suministran a los vegetarianos de la India la vitamina B12, importantísima epigenéticamente. Al igual que la paradoja japonesa. Ellos tienen el índice de cáncer más bajo del mundo por su gran consumo en té verde. Este tipo de té elimina unos genes y reactiva otros. Los reactivados empiezan a producir las sustancias propias del cuerpo que luchan de manera natural contra el cáncer. Son 2 claros ejemplos de los muchos existentes que nos enseñan que una dieta adecuada y equilibrada es la mejor decisión que podemos tomar en la vida si queremos vivir mucho tiempo y sanos.
Alimentos estrella
Para mantener una dieta equilibrada y sana basta con incluir en los nutrientes diarios, mayoritariamente, productos naturales y vegetales. Los alimentos estrella que destacan en la dieta epigenética son los aguacates, el brócoli y las granadas, cuyos efectos milagrosos están más que probados desde hace siglos. Pero no sólo podemos basar nuestra alimentación diaria en estos 3 productos ya que la lechuga, los cereales y las verduras de hojas verdes son fuentes importantísimas de ácido fólico que debemos ingerir con regularidad para la regeneración y reconstrucción de nuestros genes. Y, finalmente, para complementar una buena dieta es fundamental no olvidar los alimentos ricos en folato (vitamina B9) que podemos encontrar en varias verduras, frutas cítricas y fresas, por ser auténticas fuentes alimenticias de metilo.
Hay algo más de la genética y es la epigenética que no son más que las modificaciones químicas que añadimos a ese ADN a través de nuestra buena o mala alimentación. El futuro está en lo que comemos.
Fuente: Terapias Alternativas