Hoy os traigo una receta de inspiración india cargada de alimentos anticáncer. Muy sencilla de preparar y muy saludable. Espero que os guste.
Ingredientes para 4 personas:
- 400 gr de trigo sarraceno
- 500 ml de leche de coco
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 kilo de verdura variada: zanahorias, guisantes, col, calabacín, setas, brocoli....
- 1 cucharadita de cúrcuma molida
- 1 cucharadita de curry
- 1 pizca pimienta negra molida
- 1 trocito de jengibre fresco
Preparación
1- Ponemos la cebolla, el ajo y el jengibre en una batidora o thermomix y trituramos hasta formar un puré.
2- Calentamos el aceite en una sartén grande a fuego medio y sofreímos el puré a baja temperatura 5 minutos, sin dejar de remover.
3- Añadimos las especias y cocinamos 3 o 4 minutos más, removiendo con frecuencia. Incorporamos las verduras y removemos.
4- Vertemos la leche de coco y cocinamos unos 15 minutos hasta que la verdura esté tierna.
5- Hervimos el trigo sarraceno durante 15 minutos en agua. Escurrimos y mezclamos con la verdura y su salsa. Listo para comer.
Nota: Podéis sustituir el trigo sarraceno por arroz basmati integral.
¿Qué es el trigo sarraceno?
El alforfón o trigo sarraceno es un grano que aúna proteínas de buena calidad, vitaminas y minerales y un sabor intenso. Con su harina se elaboran las crepes más auténticas.
Un superalimento caído casi que en el olvido pero que presenta grandes virtudes.
Aunque hay constancia desde el neolítico de la existencia del trigo sarraceno en Europa, su domesticación como alimento se produjo en la provincia china de Yunnan, al sur del país, en la que se conservan restos datados hacia el 2.600 a.C. Aquí lo llamamos alforfón, del árabe al fur fur, o bien trigo sarraceno, debido probablemente a que lo trajeran los cruzados. Pero aunque se le llame trigo, esta preciosa planta no es un cereal.
En realidad el Fagopyrum esculentum es una planta herbácea que pertenece a la familia de las poligonáceas, al igual que la acedera, el ruibarbo o la bistorta.
En Asia siempre ha sido apreciado por su valor nutritivo y de hecho es más caro que los cereales. Hoy son esas propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud los que lo están poniendo de nuevo de actualidad. Es un alimento del pasado con mucho futuro.
Propiedades
- Posee proteínas vegetales de calidad.
- Sin gluten. La otra ventaja de las proteínas del alforfón es que están libres de gluten, lo que las hace aptas para celiacos.
- Pocas grasas, su mayor parte son ácidos grasos monoinsaturados, en particular el oleico, y poliinstaturados.
- Rico en vitaminas y minerales.En cuanto a vitaminas destaca su aporte de las del grupo B, particularmente B2, B3, B5, B6 y ácido fólico o B9. De entre los minerales es una excelente fuente de manganeso, magnesio, cobre y fósforo, además de aportar cinc, potasio, hierro y selenio.
- Protección antioxidante. Además, contiene pequeños tesoros en forma de flavonoides, entre los que destaca la rutina, que ayuda a regular el colesterol y a prevenir la hipertensión arterial y el cáncer.
¿Cómo prepararlo?
Su preparación básica es fácil y rápida, aunque algunos recomiendan un remojo previo. Bastará con hervirlo en agua, leche, caldo o lo que se quiera con una pizca de sal entre 15 y 20 minutos. Necesita el doble de su volumen de líquido y su textura siempre es firme aunque el grano esté abierto.