La leche materna protege a los bebés y a sus madres de sufrir cáncer.
La lactancia durante un periodo superior a los 6 meses protege a las mujeres de sufrir cáncer de mama. Siendo la lactancia materna un método eficaz para prevenir el cáncer de mama. El drástico incremento de los tumores de mama en los últimos años está estrechamente relacionado con períodos más cortos de lactancia, con el incremento de la edad con la que tenemos nuestro primer hijo (lo ideal sería parir el primer hijo a los 18) y la disminución en el número de hijos.
El riesgo relativo de padecer cáncer de mama disminuye en un 7% por cada hijo que tengamos, al que se añade otra disminución del 4,3% por cada 12 meses de lactancia materna. Del 17-36% de todos los cánceres de mama se desarrollan en mujeres menores de 40 años, que son las candidatas a amamantar y procrear.
La incidencia del cáncer de mama podría reducirse en un 50% entre las mujeres con hijos si diésemos más lactancia materna.
En el caso del cáncer de ovario la reducción del riesgo es menor, pero también disminuye este riesgo.
En mi caso... estaba amamantando a mi hijo de 3 años y medio cuando me diagnosticaron el cáncer. Debí tener muchos otros factores de riesgo: mala alimentación, exposición a carcinógenos, estrés laboral y emocional.
Os animo a amamantar a vuestros hijos lo máximo posible. No solo por el riesgo de padecer cáncer si no por los múltiples beneficios que pueden obtener nuestros bebés a nivel nutricional (la leche materna es el alimento ideal para un recién nacido) y como prevención de enfermedades (diabetes, obesidad, cáncer).