Ingredientes: (para 2)
1/2 puerro grande
1 diente de ajo grande
100 gr. de trigo sarraceno (+1 cucharada para moler)
4 zanahorias
1 puñado de judías verdes
1 cp de semillas de sésamo tostado
11/2 cp de mugi miso
1 cp de arrurruz
aceite de oliva virgen extra y sal
Cómo preparar:
Haz un corte en forma de cruz en el extremo del puerro, lávalo bien bajo el grifo para eliminar la tierra que pudiera contener y a continuación pícalo finamente. Pela y pica también el ajo, retirándole el nervio central si no te gusta demasiado el sabor. Ponerlo todo junto en un cazo con un poquito de aceite y sal y dejarlo que se poche durante unos minutos.
Mientras tanto, lava y escurre el sarraceno. Incorpóralo a la cazuela y dejarlo que se tueste junto con las verduras hasta que empiece a oler un poco como a frutos secos. Entonces echa el doble de agua que de sarraceno, otro poco de sal y lleva a ebullición. Mantener la cocción fuerte un par de minutos y bajar el fuego al mínimo. Tapa y cuece unos 20 minutos, hasta que todo el líquido se haya evaporado. Apártalo del fuego y remuévelo con una cuchara de palo, para que algunos de los granos se dehagan, así no necesitaremos ningún otro aglutinante adicional para las albóndigas, como harina o pan rallado. Deja enfriar completamente.
Lava las zanahorias y las judías y córtalas en tiras largas que después convertiremos en bastones (este tipo de corte es fundamental para que el calor penetre adecuadamente en las verduras y se cocinen bien). Ponlos en una sartén con una pizca de aceite, sazona y tapa bien. Pon el fuego al mínimo y deja que se hagan suavemente, evitando destapar y que el vapor se escape, hasta que se hayan cocinado al gusto.
Disuelve el miso en un pequeño bol con agua caliente y el arrurruz en otro vasito con agua fría.
Para formar las albóndigas es conveniente tener a mano un pequeño bol con agua fría, para humedecernos las manos y evitar que la masa se pegue, ya que debemos apretarlas bien para que no se dehagan luego en la sartén. En cuanto empecemos a manipularlas veremos que es una masa fácil de compactar. Vete pasándolas a un platillo con harina de sarraceno (si quieres se puedes poner los granos en el molinillo de café y hacerla en el acto o bien sustituirla por harina de trigo integral). Una vez rebozadas, pásalas a la sartén con 1 cucharada de aceite. Al principio no conviene moverlas mucho, pero luego hay que ir haciéndolas rodar por la sartén, ya que van hechas a la plancha y no fritas (también tardarán un poco más).
Sácalas a una bandeja cuando estén doraditas y recupera la sartén: vierte primero la mezcla de miso y un minuto más tarde, el arrurruz (NO al revés). Remueve hasta que espese y baña las albóndigas con la salsa. Acompáñalas con las verduras, aderezadas con las semillas de sésamo, como se ve en la foto.
Un saludo y ¡buen provecho!
(cp=cucharadita de postre)