La historia contada es la de una joven que ha sufrido la amputación de un pecho, y acude a una despedida de soltera, donde coincidirá con otras dos chicas con poca empatía aunque buen fondo. En la sala contigua se encuentran sus chicos, que recibirán una lección sobre como no debemos emitir juicios sobre alguien que ha pasado algo tan terrible como un cáncer.
Mediante este corto, se ha querido reivindicar a las mujeres que por el hecho de haber pasado un cáncer, sienten que son menos mujer.