Odile Fernández, médico, especialista en nutrición anticáncer y autora del libro “Mis recetas anticáncer”
Odile Fernández no para quieta. Médico de cabecera en Andalucía y escritora de tres libros sobre dieta anticáncer, nos habla de su experiencia como médico y como paciente. Nos encontramos en la Feria Biocultura, justo después de aterrizar proveniente de Colombia, donde ha presentado su último libro Mis recetas anticáncer (Editorial Urano, 2014). Con una sonrisa y una energía deslumbrantes, contesta a todas y cada una de las preguntas que le hacemos.
Tres años y medio libre de cáncer. ¿Cómo te cambió la vida la enfermedad?
De forma muy positiva. Doy gracias al cáncer, porque cambió mi vida. Al principio me costó aceptar-lo, pero después le agradecí que se hubiera instalado en mí porque me enseñó mucho. Cambié y crecí como persona, como madre, como amiga, como compañera. Me enseñó a quererme por encima de todas las cosas y me dio una gran lección: la vida hay que vivirla aprovechando cada instante, cada respiración. Ser feliz es lo que realmente importa, el resto es secundario. He aprendido mucho de él, pero ya nos hemos despedido para siempre.
“La dieta anticáncer versiona platos para hacerlos más saludables.”
¿Cómo entraste en contacto con la alimentación y decidiste dar un giro a tu forma de comer?
Con el día a día de mi consulta. Veía como a mis enfermos les influía la alimentación en su diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, cáncer, y un largo etcétera. Y pensé: si a ellos les influye de forma positiva o negativa lo que comen, ¿por qué a mí no? Decidí buscar la información científica publicada hasta entonces que relacionara el cáncer con la alimentación. Fruto de mis investigaciones, diseñé un plan de alimentación basado en aquellas evidencias y lo fui aplicando junto con el tratamiento convencional, y el cáncer desapareció.
Has mantenido desde el día 0 la misma alimentación que durante la enfermedad?
Durante la quimio seguí un régimen alimentario más estricto que ahora. Durante aquella época hice una dieta crudivegana. Ahora sigo siendo vegetariana, pero consumo alimentos cocinados, aunque doy mucha importancia a la comida cruda.
¿Cómo vas añadiendo más recetas, trucos e ideas a tu vida?
Continúo leyendo, investigando y estoy en contacto con centenares de pacientes con cáncer, lo que me ayuda a crear nuevas recetas según lo que leo y sus necesidades.
Hablemos de los alimentos anticáncer. ¿Por dónde empezamos?
Por lo más sencillo: la fruta y los vegetales frescos que nos ofrece la naturaleza. Todos nos sirven y tendríamos que consumir diariamente, como mínimo cinco piezas diferentes. Seguimos con los frutos secos, las semillas, las hierbas aromáticas, las especies, las legumbres, el chocolate, el té verde, los cereales integrales, las setas y las algas.
En tu página de recetas sugieres preparar deliciosos postres anticáncer. ¡La idea es fantástica!
En lugar de dejar de comer dulces, ¿por qué no comerlos de forma diferente? La idea de la dieta anticáncer no es seguir un hábito de alimentación radical, no es una alimentación estricta; es simplemente comer con conciencia y basándonos en lo que comen las poblaciones con menos cáncer del mundo. Podemos comer –a grandes rasgos– los mismos alimentos que comíamos antes, pero adaptando los platos para hacerlos más saludables. Cualquier receta se puede hacer más sana cambiando ingredientes y técnicas culinarias.
“La curcumina, la quercetina, el resveratrol o la fucoxantina están presentes dentro del mundo vegetal exclusivamente y podemos considerarlos medicinas naturales sin efectos secundarios.”
Hablemos un momento de los colores y de los alimentos que previenen el cáncer o que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Los responsables del color, olor y sabor de los alimentos son los fitoquímicos, unas sustancias presentes en el mundo vegetal que ayudan a prevenir o a hacer progresar el cáncer. Son la curcumina, la quercetina, el resveratrol o la fucoxantina, entre otros. Están presentes en el mundo vegetal, exclusivamente, y podemos considerarlos medicinas naturales sin efectos secundarios. Por eso, cuanto más coloreada y variada sea la dieta, más fitoquímicos contendrá y podremos hacer mejor prevención del cáncer y de otras muchas enfermedades.
Tu dieta es vegetariana y con un gran componente crudivegano.
Sí, básicamente sigo una dieta vegana con muchos alimentos crudos. Pero reconozco que a veces tomo pescado o queso cuando tengo que comer fuera de casa y no hay otra opción en la carta del restaurante.
Brócoli, apio, perejil, piña, ajo, sandía, alcachofas, germinados, té verde… ¿Qué otros alimentos son buenos para prevenir el cáncer o ayudar a disminuir los efectos de la quimio?
La cúrcuma, el jengibre, el cilantro, el clavo, el cardamomo, la canela, el cacao, el té verde, el aceite de oliva virgen extra, las semillas de lino y salvia hispánica, manzanas, chirimoyas, fresas, cerezas, moras, frambuesas, melocotones, ciruelas, mango, papaya, cítricos, aguacate, vegetales de hoja verde, crucíferas, cebolla, tomate, setas, algas, leche materna, vino tinto, uva, legumbres, cereales integrales, y ¡un largo etcétera! En realidad, todos los vegetales que nos ofrece la naturaleza sin procesar: ¡frescos, locales, ecológicos y de temporada!
¿Un consejo para nuestros lectores?
Que busquen información veraz, científica y contrastada y no crean nada hasta que lo comprueben. No existen las dietas milagro, pero si pensamos en el cáncer como una lotería, cuántos menos números tengamos, menos posibilidades tendremos de que nos toque. Por ello, si comemos sano, hacemos ejercicio, estamos delgados, no fumamos ni bebemos grandes cantidades de alcohol… menos posibilidades tendremos de desarrollar cáncer.
Fuente Soycomocomo Os invito a visitar este blog, es sumamente interesante.