Los investigadores médicos han demostrado que el sistema inmune es capaz de conducir a los tumores y las células tumorales hacía una forma de latencia permanente llamada senescencia, sería similar a dejarlos aletargados y sin poder para crecer. La detención del crecimiento resultante permite el control del tumor en lugar de destruir a las células del cáncer. Esta latencia permanente - científicamente conocido como senescencia - puede persistir durante toda la vida de la vida de la persona, es decir el cáncer puede estar presente, pero no reproducirse. Por lo tanto, la inmunoterapia puede prevenir el desarrollo de tumores sin destruir las células al contrario de lo que hace la quimioterapia
Fuente Science DailyLas células teñidas de rojo son células tumoarles en fase de senescencia por acción del sistema inmune. |
El equipo de investigación del Prof. Dr. Martin Röcken del Departamento de Dermatología de la Universidad del Centro Médico de Tubingen ha demostrado por primera vez que el sistema inmune es capaz de conducir los tumores y las células tumorales hacía una forma de latencia permanente (1). La detención del crecimiento tumoral permite el control del tumor. Esta latencia permanente - científicamente conocida como senescencia (2, 3) - puede persistir durante toda la vida de la persona. Por lo tanto, la inmunoterapia puede prevenir el desarrollo de tumores sin destruir las células (1, 4). La quimioterapia destruye a las células tumorales envenenando a las células sanas y enfermas. La inmunoterapia no afecta a las células sanas, solo a las tumorales.
El Prof. Martin Röcken, Director del Departamento de Dermatología del Centro Médico Universitario de Tübingen, habla del estado actual de la terapia contra el cáncer m de la siguiente manera: "Hace unos 50 años el ex presidente de los Estados Unidos de América, Richard Nixon declaró la" guerra contra el cáncer . "Se pusieron en marcha grandes esfuerzos financieros y logísticos creyendo que podrían superar esta enfermedad devastadora en relativamente poco tiempo. En ese momento, los investigadores y los médicos aprendieron a utilizar la quimioterapia para atacar directamente a las células del tumor y destruir cánceres, incluyendo a las células sanas. Este esfuerzo por parte del Gobierno americano llevó a conseguir logros muy importantes, en la comprensión del desarrollo del tumor y a mejorar las pruebas diagnósticas. Además, el tratamiento de varios tipos de cáncer se ha mejorado notablemente gracias a nuevas e innovadoras técnicas de cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la inmunoterapia. Sin embargo, el objetivo principal, es decir. la victoria decisiva sobre el cáncer, aún no ha llegado. Durante mucho tiempo la guerra frente al cáncer se centró exclusivamente en la destrucción del cáncer (5, 6, 7).
La inmunoterapia es una térapia frente al cáncer eficaz y con pocos efectos secundarios que se centra en estimular y enseñar a nuestro cuerpo a enfrentarse al cáncer. El cuerpo humano aparentemente se defiende de cáncer mediante la inducción de la programa de senescencia en células tumorales inhibiendo así el crecimiento del tumor (1).
Dos sustancias producidas por nuestro organismo y utilizadas en la terapia contra el cáncer como son el interferon y el factor de necrosis tumoral son claves.
En experimentos con animales, la eficacia de la senescencia inducida por inmunoterapia mediante interferon y factor de necrosis tumoral resultó ser mucho mejor que cualquier otra terapia basada en la "destrucción del cáncer" (4). Lo más importante, la acción combinada de ambas moléculas de señalización, el interferón y el factor de necrosis tumoral, detuvieron el crecimiento de los tumores in vitro (1) y los mantuvieron en fase de senescencia.
Las nuevas opciones terapéuticas permitirán a los clínicos para acercarse a su objetivo de prolongar la vida del enfermo de cáncer mediante una terapia sin apenas efectos secundarios y que tiene como principal aliado a nuestro cuerpo. La batalla contra el cáncer no se gana envenenando al cáncer y a nuestro cuerpo sino enseñando y estimulando a nuestro sistema inmune para que tome el control sobre los tumores.
Nuestro sistema inmune si está activo es capaz de sitiar al cáncer, sin embargo si está deprimido no es capaz de reconocer a las células tumorales que crecen a sus anchas.
Para estimular al sistema inmune es fundamental una alimentación saludable, la practica de ejercicio físico, el normopeso y una vida emocional estable y equilibrada donde reinen la armonía, la paz y la felicidad.
Deprimen al sistema inmune la comida basura, refinada y cargada de azúcar, grasas y aditivos. También el sedentarismo, la obesidad y los sentimientos negativos asi como la ira, el miedo y el estrés crónico.
1. Braumüller et al. M. T-helper-1-cell cytokines drive cancer into senescence. Nature, in press (2013).
2. Michaloglou, C. et al. BRAFE600-associated senescence-like cell cycle arrest of human naevi. Nature 436, 720-724 (2005).
3. Braig, M. et al. Oncogene-induced senescence as an initial barrier in lymphoma development. Nature 436, 660-665 (2005).
4. Müller-Hermelink, N. et al. TNFR1 signaling and IFN-gamma signaling determine whether T cells induce tumor dormancy or promote multistage carcinogenesis. Cancer Cell 13, 507-518 (2008).
5. Sporn, MB. The war on cancer. The Lancet 347, 1377-1381 (1996).
6. Gatenby, RA. A change of strategy in the war on cancer. Nature 459, 508-509 (2009).
7. Röcken, M. Early tumor dissemination, but late metastasis: insights into tumor dormancy. J. Clin. Invest. 120, 1800-1803 (2010).