miércoles, 31 de diciembre de 2014

Despedimos a 2014 y damos la bienvenida a 2015. Os propongo una reflexión sobre la vida y la muerte

Esta noche despedimos a 2014 y damos la bienvenida al nuevo año. En España recibimos el nuevo año comiendo 12 uvas mientras suenan las primeras campanadas del año. Solemos festejarlo en familia o con los amigos en una mesa donde abunda la comida, las risas y el buen humor. Esta última noche solemos hacer balance de lo que ha sido el año previo y a partir del día 1 suelen venir los buenos propósitos para el año venidero, como perder peso, apuntarse al gimnasio, dejar de fumar, etc... propósitos que suelen caer en saco roto en poco tiempo.

Adiós 2014, Bienvenido 2015

Hoy quiero proponeros un "propósito" para el año nuevo. Quiero proponeros una reflexión sobre la vida y la muerte. Uff, ¿sobre la muerte? Pensareis que estoy loca por proponeros esto en un día festivo.
Reflexionar sobre la muerte puede ser duro y aún más si pensamos en nuestra propia muerte. Pero aunque pueda resultar doloroso es la mejor manera de afrontar la vida presente, la que disfrutamos aquí y ahora. Reflexionemos sobre la muerte para afrontar 2015 con más vida.
Cuando aceptamos la muerte transformamos nuestra actitud ante la vida y descubrimos la conexión que hay entre la vida y la muerte.  Pensar en la muerte puede ayudarnos a cambiar radicalmente el rumbo de nuestra vida.
La vida es limitada. Lo único que sabemos cierto es que algún día moriremos, aunque es incierto cuando llegará el momento. Debemos ser conscientes de que vamos a morir algún día y por eso debemos vivir esta vida con plenitud. Vivimos con prisa, sin estar presentes en nuestros actos cotidianos y posponiendo nuestros sueños y deseos para un momento futuro que nunca llega. Estamos cocinando y estamos pensando en la siguiente tarea pendiente. No disfrutamos de un agradable rato con nuestros hijos porque tenemos que limpiar o planchar, después los hijos se hacen mayores y queremos estar con ellos, pero ellos ya han volado de nuestro lado y ya nadie se acuerda de esa camisa arrugada, pero nosotros si sentimos dolor por el tiempo no compartido.
 Cuando se acerca la muerte nos damos realmente cuenta de que no hemos vivido o aún peor, de que hemos sido muertos vivientes. 
Al aceptar la muerte se produce una disminución de los miedos y se le da más importancia al amor a la vez que disminuye el interés por los bienes materiales.
Cuando tienes una enfermedad grave como es el cáncer, sientes la muerte acechándote y eres consciente de que la muerte es una posibilidad real y cercana. Para mí, ser consciente de que podía morir supuso un vuelco en mi vida. Imaginé mi muerte, imaginé a mis seres queridos rehaciendo sus vidas sin mi y me di cuenta de que no somos imprescindibles, que la vida continua. En todas las familias se han producidos muertes, todos hemos perdido seres queridos que han dejado un vacío en nuestro corazón, pero la vida ha seguido fluyendo, no se ha detenido.
Asumir la muerte para dejar paso a la vida, eso es lo que hice. Decidí que iba a vivir lo que me quedase de vida disfrutando de cada nuevo día amanecer, de cada abrazo, de cada beso, de cada caricia. Decidí dar gracias por lo que tengo y disfrutarlo. Decidí disfrutar de mi familia y de mis amigos, de la naturaleza y de los preciosos regalos que me da la vida.
La vida es limitada y no voy a malgastarla sufriendo por no tener una casa enorme o el mejor coche del mercado ni por no tener la casa limpia y ordenada. Decidí no preocuparme por las rencillas o los problemas del pasado y dejar de enfocarme en un incierto futuro. Decidí fluir en el presente y dejar de hacer de un grano de arena un castillo ante la menor vicisitud. Decidí hacer el bien por los demás, intentando no perjudicar a nadie. Pensando que las personas que intentan hacerme daño lo hacen por su ignorancia y por estar bajo el influjo de sentimientos negativos como la envidia, el odio o la ira me ayuda a que no me afecten las críticas. Así he conseguido ser feliz hoy e intentar aportar mi semillita para que vosotros también lo seáis.

Os deseo un 2015 pleno de AMOR, SALUD Y FELICIDAD
Perseguid vuestros sueños


Os quiero