Hoy quiero compartir con vosotros una historia preciosa que os va a conmover y va a reforzar aún más la creencia de "todo es posible".
Begoña, Iker y Odile |
Me escribía José Luis, el marido de Begoña, una hermosa mujer con cáncer de mama con metástasis oseas y madre de dos lindas niñas. En el mail José Luis me contaba que al inicio de la enfermedad Begoña tenía mucho dolor, necesitaba tratamiento con morfina y ayuda para levantarse de la cama. Su oncólogo decidió iniciar un tratamiento con Tamoxifeno y Bifosfonatos en vez de la clásica quimio y cirugía. Pocos meses después de iniciar el tratamiento conocieron mi libro y mi historia a través de una amiga. Lo leyó, empezaron a aplicar cambios en la alimentación, comenzó a gestionar las emociones y empezó a encontrarse cada día mejor hasta el punto de dejar la medicación para el dolor e incorporarse de nuevo a trabajar. El cáncer aún no ha desaparecido, pero ha disminuido muchísimo y las lesiones que persisten están estables. Su vida actual es igual a la de cualquier persona sana, bueno creo que es aún mejor, porque disfruta al máximo del momento y tiene una vitalidad y energía envidiable.
Para Begoña leer el libro supuso un punto de inflexión en el desarrollo de su enfermedad. El libro sembró luz y esperanza en ella, comenzó a tomar las riendas de su vida y hoy disfruta de una maravillosa sonrisa, de una excelente forma física y no tiene ningún síntoma que intuya que hay lesiones tumorales, aunque las pruebas así lo afirmen. Begoña desde que vivió este proceso de cambio tenía un sueño, que era conocerme y darme las gracias por lo que había hecho (de forma indirecta, a través de libros y blog) por ella. Su marido quiso darle una sorpresa y me escribió para intentar vernos y hacer ese sueño realidad. Ellos viven en Galicia y yo en Granada, unos miles de kms nos separan, pero ellos ni cortos ni perezosos se montaron en el coche y se plantaron en Granada para cumplir ese sueño y de paso vivir la maravillosa Semana Santa granadina.
Llega el momento de nuestro encuentro, nos vamos con los peques y cuando llegamos al sitio que habíamos concertado una sensación difícil de describir me invade. Tengo la sensación de que nos conocemos las dos familias desde hace mucho tiempo, hay una complicidad auténtica, tengo la sensación de que somos viejos amigos que se han reencontrado después de un largo tiempo. Hasta nuestros niños tenían esa sensación. Martina (4 años) y Nacho (7 años) pasaron más de 4 horas jugando juntos, riendo y compartiendo confidencias.
Os quiero presentar a Bego y familia. Nos hicimos una foto en la Virgen del Triunfo de Granada, para celebrar el TRIUNFO DE LA VIDA Y DE LOS SUEÑOS.
Las dos familias en la Virgen del Triunfo |
Conocer a Begoña fue conocer a un ejemplo de fuerza, de ilusión, valentía y decisión, pero sobre todo fue conocer a una mujer llena de amor y compasión, bella por dentro y por fuera. José Luis tiene tanto amor como Begoña. Mirad lo que hace una pareja por hacer realidad el sueño de ese ser amado.
Cuando en las conferencias muchas mujeres me cuentan que sus maridos les dan de lado, que no las apoyan, que no quieren comer sano, me apena. El apoyo de la familia es crucial en estas situaciones.
Probablemente a Begoña le aportó algo positivo conocernos, pero a mí me aportó tanto o más. Ver esa fuerza, esa decisión de sanar y ese amor fue una sensación tan plena que creo que no tengo palabras para describirla. Por otro lado, el saber que tú has sido parte de ese proceso de sanación es algo tan, tan hermoso. Me vine cargada de fuerza para seguir compartiendo, para seguir intentando aportar mi granito de arena en vuestro proceso de sanación
Creo que Begoña nos ha confirmado una vez más que si crees en los sueños, los sueños se hacen realidad y lo que crees, es lo que creas.
¡GRACIAS BEGOÑA, GRACIAS JOSE LUIS! OS DESEO LO MEJOR