Hoy os traigo un nuevo estudio sobre la influencia de la alimentación en el desarrollo y evolución del cáncer. En este caso nos centramos en cáncer de colon y el alimento en cuestión es un fruto seco, las nueces.
Según un estudio estadounidense, las nueces pueden causar alteraciones significativas en la evolución del cáncer de colon localizado.
Comer nueces puede tener efectos positivos en la lucha contra el cáncer de colon, según este estudio estadounidense. Los resultados de un ensayo con animales, que se publicaron en “The Journal of Nutritional Biochemistry”, revelaron que una dieta rica en nueces puede ayudar a ralentizar el crecimiento tumoral.
Los investigadores estudiaron los efectos de una dieta rica en nueces en la expresión del ácido micronuclecico (miARN) en el tejido del cáncer de colon localizado en ratones.
Seleccionaron dos grupos de ratones y a un grupo de ellos se les administró dos raciones de nueces (equivalentes a las raciones humanas) además de la dieta normal, y el otro grupo recibió la misma dieta sin nueces.
Al cabo de 25 días, se observó que el miARN que es una sustancia clave, que afecta a la inflamación, el riego sanguíneo y la proliferación de las células cancerosas, había experimentado cambios positivos en el grupo de las nueces. En los tumores alimentados con nueces disminuyó la inflamación y la proliferación de las células tumorales.
En los ratones alimentados con nueces, los tumores contenían diez veces más ácidos grasos omega 3 que los tumores del grupo de control, incluido el ácido alfa-linolénico, un ácido graso muy importante para frenar al cáncer. Una mayor proporción de ácidos omega 3 se asoció a tumores más pequeños y, además, el crecimiento del tumor fue más lento en el grupo de las nueces.
Los omega 3 están presentes en las nueces, pero también en semillas de lino, semillas de chia, algas, pescado azul y leche materna. Todos ellos a considerar en la dieta para la prevención y tratamiento del cáncer.
Fuente: Tsoukas MA. et al. Dietary walnut suppression of colorectal cancer in mice: Mediation by miRNA patterns and fatty acid incorporation. JNB. July 2015; Volume 26, Issue 7, Pages 776–83