viernes, 6 de mayo de 2016

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA NUTRICIÓN Y LA ONCOLOGÍA INTEGRATIVA

El Dr Juan Carlos Durán, director de Terapia Integrativa en Gran Canaria, nos hace esta reflexión que creo que debería ser leida por todos los médicos, terapeutas y profesionales que abordan el cáncer ya sea desde la medicina oficial como alternativa

En el campo de la oncología tenemos varias posiciones muy bien definidas:

1.- Por un lado está la postura de quienes representan a lo que podríamos llamar 'la vieja escuela', que son quienes se aferran a la medicina convencional y a sus innegables avances, pero que se quedan atrapados en viejas teorías y que no están dispuestos ni siquiera a escuchar nada acerca de la posibilidad de considerar nuevos horizontes de investigación y que todo lo que salga de sus rígidos esquemas no merece la pena de ser considerado seriamente: son los vivos representantes del viejo paradigma cartesiano que rechaza de plano la relación mente-cuerpo y ven al ser humano como un mero modelo biomecánico y todo lo que no pase por el método científico, simplemente no existe.

2.- Luego están quienes pertenecen al mundo denominado 'alternativo', que rechazan de plano todo lo que proviene de la medicina convencional, sostienen que la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía son peor que la propia enfermedad y que la industria farmacéutica y la industria alimenticia están empeñadas en enfermarnos, y que consumen cuanta cosa esté a su alcance siempre y cuando no provengan de la medicina convencional.

3.- Una tercera posición, más conciliadora, es la de aquellas personas que aceptan los tratamiento convencionales y también aceptan las terapias complementarias, pero en forma indiscriminada, ya que no cuentan un referente idóneo a quién consultar.

4.- La cuarta posición, con la cual nos sentimos absolutamente identificados, es la de la medicina integrativa, que incorpora lo mejor de la medicina convencional sumado a las terapias complementarias de probada eficacia, teniendo siempre muy en cuenta la relación mente-cuerpo y la epigenética, campo en el que contamos con las notables aportaciones del profesor Bruce Lipton (https://www.youtube.com/watch?v=m4sh9PR7j3g).




Los trabajos pioneros del Dr. Dean Ornish (http://consumer.healthday.com) sugieren que cambios estrictos en la dieta, hacer más ejercicio y practicar la reducción del estrés puede cambiar la expresión de cientos de genes. Algunos de estos cambios afectan positivamente a genes que ayudan a combatir el cáncer, mientras que otros ayudan a desactivar genes que promueven el desarrollo del cáncer (Proceedings of the National Academy of Sciences).

Los trabajos del Dr. Ornish dejan muy en claro el concepto de la sinergia que se establece entre la medicina convencional, el cambio del estilo de vida (nutrición incluida) y el empleo de técnicas complementarias en el control del estrés. Todos esos factores hacen que el todo sea mucho más que la suma de las partes.

Estas no son más que las bases de la medicina integrativa, una modalidad médica que se inició con el comienzo de este siglo y que lleva 16 años y sigue creciendo día a día. En España estamos en pleno momento de expansión y esta tendencia ya se refleja en las sociedades médicas de diferentes especialidades, como por ejemplo la Sociedad Española de Cirujanos de la Mama http://www.aecima.com/6046/medicina-integrativa/ y en los colegios de médicos como el colegio de Médicos de Málaga donde se llevarán a cabo las I Jornadas de Oncología Integrativa (https://jornadasoncologiaintegrativa.com).

Y cada vez son más los oncólogos prestigiosos que se suman a esta corriente: En el siguiente vídeo, el Dr. Pere Gascón, ex director de oncología clínica del Hospital Clínico de Barcelona muestra su claro apoyo a la medicina integrativa: https://www.youtube.com/watch?v=Db37ZIiT4Nc.

A nivel institucional, el equipo de Terapia Integrativa (http://hospitalessanroque.com/es/servicios-y-especialidades/las-palmas/medicina-integrativa) colabora estrechamente en el programa de Oncología de Excelencia de Hospitales San Roque (https://www.youtube.com/watch?v=Xx567hS_wbc), donde junto a destacados cirujanos, oncólogos y radioterapeutas, complementamos los tratamiento clásicos indicados a los pacientes oncológicos, siendo la nutrición un factor muy importante, pero no el único.

El ejercicio físico, el control del estrés, el entrenamiento del paciente y su familia en la adecuada gestión de las emociones, sumado al masaje terapéutico, la acupuntura, etc., completan la sinergia aludida en párrafos anteriores.

Independientemente de cómo llamemos a la dieta (alcalina, vegetariana, etc.), tenemos que reconocer la creciente toma de conciencia en este campo por parte de las grandes instituciones de los países más desarrollados.

El American Institute for Cancer Research nos brinda un listado de alimentos que combaten el cáncer: http://www.aicr.org/foods-that-fight-cancer/.

Y un listado 41 alimentos básicos son recomendados por el M.D. Anderson Cancer Center: https://www.mdanderson.org/publications/focused-on-health/september-2015/FOH-prevention-groceries.html.

Richard Belivieau es profesor titular de bioquímica en la Universidad de Quebec en Montreal desde 1984, donde ocupa la Cátedra de Prevención y Tratamiento del Cáncer. Desde 1996 es director del Laboratorio de Medicina Molecular del Hospital de Sainte-Justine. Además es  profesor de cirugía y profesor de fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal. También trabaja como profesor asociado del Centro de Prevención del Cáncer del Departamento de la Universidad McGill. . Es miembro del Grupo Experimental Terapia del Cáncer del Jewish General Hospital en Montreal y autor de más de 183 publicaciones científicas en revistas médicas internacionales. Sus áreas de investigación son la prevención y el tratamiento de cáncer, principalmente a través de los nutracéuticos.

De acuerdo con la investigación científica 7000 citada en el último informe del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, el 30% de los cánceres están relacionados con lo que comemos; Richard Béliveau es un pionero de la nutratherapy, cuyo objetivo es que nuestra comida sea un arma contra el cáncer.

En el siguiente enlace se pueden encontrar sus libros más importantes en el terreno de la nutrición basados en alimentos que combaten el cáncer: https://www.amazon.es/Foods-That-Fight-Cancer-Preventing/dp/0771011350.

Y siguiendo la misma línea del Dr. Ornish podemos encontrar evidencias recientes (2009) que apoyan categóricamente el impacto de los cambios de conducta sobre la disminución de contraer cáncer en pacientes que genéticamente tienen un alto riesgo de desarrollarlo, nos referimos concretamente a los genes BCRA1 y BCRA2 y su estrecha relación con las pacientes portadoras de los mismos de desarrollar cáncer de mama. Casi el 80 por ciento de las mujeres portadoras de estos genes corren el riesgo de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de sus vidas. En un estudio liderado por el Dr. Ghadirian de la Universidad de Montreal, se observó que en esta población de mujeres tan definida, cuanto más frutas y verduras variadas ingerían estas pacientes, más disminuía el riesgo de desarrollar la enfermedad. Llegando a disminuir dicho riesgo en más de un 73 %. (Breast cancer risk in relation to the joint effect of BCRA mutations and diet diversity. Authors: P.Gharidirian, S. Narod, E. Fafard, M. Costa, A. Robidoux y A. Nkondjock. Breast Cancer Research & Treatment, 2009).

Un muy interesante artículo de 2015 publicado en la revista Nature, entre cuyos autores se encuentra el doctor Lorenzo Cohen, director del Programa de Medicina Integrativa del M.D. Anderson Cancer Center (Heather Greenlee, Suzanna M. Zick, David Rosenthal, Lorenzo Cohen, Barrie Cassileth and Debu Tripathy), nos revela que para el año 2012, el 65% al 75% de los supervivientes de cáncer en Estados Unidos empleaba al menos una terapia complementaria, con o sin supervisión médica: este es un hecho contundente ya que por más que el médico insista en que “coma de todo y que no haga nada más que lo estrictamente convencional”… el paciente no lo va a hacer, con lo cual es mucho mejor que el médico se informe adecuadamente para poder aconsejar de la mejor forma posible a ese 70% de pacientes que recurrirán a diversas terapias complementarias.