Anoche en muchos hogares y en otros esta mañana, se ha repetido la misma imagen, niños abriendo frenéticamente regalos, pasando de uno a otro sin apenas prestar atención a su contenido y en muchas ocasiones terminan jugando con el papel o el envoltorio.
Un estudio sobre las tendencias de consumo en Navidad desveló que los españoles gastaremos una media de 235 euros en regalos para estas fechas y en cada peque nos gastaremos unos 151 euros. Se estima que el 80% de los niños españoles recibiránn cinco o más regalos durante estas fiestas y que muchos recibirán 10 veces más regalos de los que necesitan.
Parece que esta tendencia consumista no es nada beneficiosa para nuestros peques, y esta apareciendo el “Síndrome del Niño Hiperregalado”, en un intento de los padres de compensar con juguetes el poco tiempo que pasan con sus hijos. Los padres compran muchos juguetes y a veces ni siquiera centrados en las necesidad ni gustos de los niños, centrándose más en la cantidad que en la calidad. Como consecuencia dicen los expertos que el niño se vuelve caprichoso, apático, tiene baja tolerancia a la frustración, se vuelve egoísta y consumista y pierde la imaginación y deja de crear un mundo de fantasía mientras juega. Son niños que se aburren con facilidad.
Para evitar este síndrome los expertos nos recominendan:
- La regla de los 4 regalos:
1. Un regalo que pueda usar, como la ropa
2. Un libro
3. Un regalo que deseen mucho, dirigido a alimentar la ilusión.
4. Un regalo de cualquier índole que realmente necesite.
Nosotros anoche quisimos huir de lo material y regalarles solo 1 juguete a los peques y en casa de los abuelos Papa Noel dejó aquello que ellos realmente deseaban. En el caso de Iker tenia mucha ilusión por tener un disfraz de Spiderman y no podéis imaginar su carita de ilusión cuando abrió su regalo,... no paraba de saltar de alegría e inmediatamente se puso su disfraz para jugar a que era Spiderman y ayudaba a todos lo que lo necesitaban. Y con voz emocionada nos dijo: "Ya lo tengo todo, no necesito nada más".... tan mal no lo estamos haciendo pensé para mí.