Quiero compartir un email que recibí hace unos días y creo que os puede llenar de esperanza a los que en estos días os tenéis que enfrentar por primera vez a la palabra cáncer
Querida Odile
Puede sonar demasiado afectuoso siendo que no me conoces pero yo te siento muy cerca y me has ayudado mucho aunque no lo sepas. Por eso decidí escribirte.
Resumo mi historia con el cáncer: tengo 48 años, en Julio me descubren el cáncer de ovario por una ascitis, así sin anestesia . . . Y me operan de urgencia en Agosto, me quitaron ovarios y útero más 8 litros de líquido. Yo no estaba bien pero creían que era un tema de gastro. Por suerte y gracias a los profesionales que me operaron todo salió bien. Me indicaron quimioterapia por prevención. En septiembre inicié mi primera sesión y terminé este Enero la sexta. En febrero los estudios dieron todos bien y ahora volveré a mi control en 3 meses.
Después de la operación te descubrí por internet, me sentí identificada por el cáncer de ovario y escuchar tu historia me dio mucha esperanza y ánimo. Gracias de corazón.
El camino es arduo y lo más importante posible. Por supuesto, feliz aunque a veces me sorprendan los miedos en estos primeros pasos. Cómo bien dice el dicho: "En casa de herrero cuchillo de palo", soy psicóloga. Nada es igual. Aprendo mucho leyéndote, cambiando hábitos, aficionándome al té de jengibre, a las frutas, semillas varias y yoga, compartiendo. . . . Por eso comparto mi sentir. Es muy valioso todo lo que aportas y eso es lo importante. Es una mano tendida. Lo digo por los mal intencionados que poco entienden.
Busco sumar todo lo que sea bueno para mi salud. Para mí, una de las grandes medicinas para transitar esta experiencia fueron y son el amor, los gestos de cariño, el buen humor, la comprensión primero que nada de mi marido y mi hijo de tan solo 13 años, de mi madre y padre, de mis amigos y de personas como tú que con su aporte nos ayudan a salir adelante.
Y como verás en la foto, nunca he dejado de hacer lo que más me gusta, bailar folklore de mi tierra en familia, aquí en mi querida Málaga adoptiva.
No quiero olvidarme del gran apoyo que recibo de FMAEC con psicoterapia y reiki.
Un abrazo, a sumar y a disfrutar cada momento.
Andrea