¿Por qué hay tanto déficit de vitamina D en España? ¿Cómo corregirlo?
¿Sabíais que más del 80% de la población presenta deficiencia o insuficiencia en esta vitamina?
Llevo tiempo hablándoos de la importancia de la vitamina D para el cáncer, para el COVID 19 y para la salud, en general. Hoy quiero explicaros porqué hay tanto déficit en nuestra sociedad.
La vitamina D está representada por dos compuestos liposolubles: vitamina D3 (colecalciferol) y la vitamina D2 (ergocalciferol). La vitamina D3 es producida en la piel del ser humano y de otros animales, a partir del 7-deshidrocolesterol (derivado del colesterol) por acción los rayos UVB (290-310 nm) de la luz solar (inciden en España solo por la mañana). La vitamina D2 se produce en las plantas, en los hongos y en las levaduras por la irradiación solar a partir del ergosterol. Ambos compuestos de vitamina D son inactivos biológicamente, por lo que al ser absorbidos sufren una serie de transformaciones (metabolismo) para producir varios compuestos (sus metabolitos), que son los activos y responsables de las múltiples funciones de la vitamina D en el organismo. El primer metabolito biológicamente activo es el 25-hidroxivitamina D [25(OH)D] (calcidiol), que se produce en el hígado a partir de ambas formas, vitamina D2 o D3, ya sea que provengan de los alimentos o la formada en la piel, de forma endógena. Otro de los metabolitos es el 1,25-(OH)2-D3 (calcitriol), producido en el riñón.
En el hígado, este proceso sucede mediante un proceso de hidroxilación controlada por enzimas. Cuando existe un bloqueo o inhibición de estas enzimas se produce una deficiencia o insuficiencia de vitamina D.
· ¿A qué se debe el déficit de vitamina D?
El déficit de vitamina D puede ser consecuencia del consumo de una dieta no equilibrada, una inadecuada exposición solar, por enfermedades que limiten su absorción, o condiciones que limiten la conversión de Vitamina D en metabolitos activos, tales como alteraciones en hígado o riñón, o raramente por algunas enfermedades hereditarias.
· ¿Por qué las enzimas encargadas de metabolizar la vitamina D tienen una baja actividad?
Las enzimas que intervienen en la transformación de la vitamina D inactiva en activa son las mismas que usa el hígado en su función de detoxificación, con lo cual, un exceso de toxinas tanto exógenas como endógenas repercutirán negativamente en el hígado produciendo una mayor carga hepática y generando así una inhibición en la correcta función enzimática.
Hoy en día estamos expuestos a infinidad de sustancias tóxicas que afectan directamente al hígado, ya que es el sitio primario de biotransformación de sustancias extrañas.
Podemos valorar en una simple analítica como está funcionando nuestro hígado, observando la GGT (Gamma glutamil transpeptidasa). La enzima GGT cuando está a unos niveles bajos (entre 7 a 12) nos indica que ese hígado esta sobresaturado de trabajo y que la enzima al ser sometida a tanta actividad ha ido perdiendo la capacidad de trabajar correctamente disminuyendo su velocidad. La actividad enzimática también se puede reducir por la interacción con medicamentos como los glucocorticoides o los diuréticos de asa, además de por la presencia de citoquinas inflamatorias presentes en personas con inflamación crónica.
· ¿Qué debemos hacer ante una deficiencia o insuficiencia de 25OH VitD (Calcidiol)?
Lo más habitual es recomendar D3 (Colecalciferol).
· ¿Qué podemos o debemos hacer en estos casos para revertir ese estado disfuncional enzimático que está llevando al desastre a la gran mayoría de población?
Podemos tomar un suplemento de D3, pero también es importante tratar el mal funcionamiento enzimático. Cuando el hígado está sometido a un sobreesfuerzo, esto va a repercutir a nivel enzimático y no vamos a tener vitamina D activa.
Además de tomar el sol a diario y comer alimentos con vitamina D lo importante es quitar trabajo a nuestro hígado, para descongestionar ese hígado sobrecargado y facilitar el correcto funcionamiento enzimático podemos seguir varias recomendaciones.
· ¿Cómo aumentar los niveles de vitamina D? Además de tomar el sol por las mañanas durante 30 minutos sin protección
1. Comer alimentos ecológicos y usar cosmética libre de tóxicos
De esta manera evitaremos introducir químicos y sustancias extrañas que repercutirán a nivel hepático disminuyendo la actividad enzimática.
2. Comer alimentos con toda su grasa
Existe una fobia generalizada hacia las grasas haciéndonos creer que son malas, donde la industria alimentaria se aprovecha de ello elaborando cada vez más alimentos desgrasados y desnatados, consiguiendo de esta manera absurda eliminar las vitaminas liposolubles como la vitamina D y A (si, si, eliminando la grasa también se eliminan las vitaminas)
Evita todo lo que lleve etiquetado desnatado y desgrasado, vuestra salud os lo agradecerá.
3. Evitar o reducir al máximo la exposición a sustancias perjudiciales y/o tóxicas
Tabaco, alcohol, drogas, plásticos y medicamentos. Todas estas sustancias nombradas, al introducirse en el cuerpo tienen que dirigirse al hígado para metabolizarse, disminuyendo como bien hemos comentado antes la actividad enzimática consecuencia de un exceso de xenobióticos (elementos ajenos al organismo).
4. Mantener el equilibrio de la microbiota o flora intestinal
Es muy importante que nuestro sistema digestivo esté funcionando perfectamente, y que nuestro epitelio intestinal y microvellosidades esté intacto.
Si por cualquier circunstancia (tabaco, alcohol, metales pesados, químicos, alimentos mal digeridos, etc..) se produce un daño en el intestino, el epitelio se dañará produciendo una mayor porosidad intestinal conocida como síndrome del intestino permeable y todos los tóxicos lo atravesarán alcanzando el torrente sanguíneo y el hígado .
Consecuencia de un exceso de elementos que deberían haber sido eliminados por las heces pero al aumentar la porosidad intestinal se han colado (como si fuera un colador roto) surgen bastantes problemas de salud, entre ellos la sobrecarga hepática.
Una alteración de la microbiota intestinal y un intestino permeable que está dejando pasar infinidad de productos químicos y tóxicos perjudicará al hígado.
· Niveles recomendados de vitamina D en sangre
El mejor procedimiento para determinar la cantidad de vitamina D en el organismo consiste en medir la concentración en el plasma sanguíneo de 25 hidroxicolecalciferol. El valor obtenido indica si los depósitos son normales. En general se aceptan los siguientes valores como referencia:
- Intoxicación por vitamina D
La vitamina D se almacena en el cuerpo humano como calcidiol (25(OH) D) y es distribuida ampliamente por todo el organismo, teniendo una vida media de entre 20 y 29 días. Sin embargo, la síntesis de la forma bioactiva es finamente regulada y la toxicidad usualmente solo ocurre a dosis excesivas. Aún no se ha establecido una dosis exacta de vitamina D que se considere segura a largo plazo; sin embargo, consumos diarios cercanos a 60 μg (2400 UI) en adultos sanos parecen no tener efectos perjudiciales
Causas
La intoxicación por vitamina D no está provocada por excesiva exposición a la luz solar o por la ingesta de alimentos que de forma natural la contienen. Generalmente se debe a preparados farmacológicos que se administran a dosis erróneas o durante periodos de tiempo demasiado prolongados.
La intoxicación por vitamina D provoca elevación del nivel normal de calcio en sangre (hipercalcemia) y se acompaña de diferentes síntomas, entre ellos náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea, dolor óseo, trastornos mentales, sed intensa y eliminación de gran cantidad de orina (poliuria).
Los niveles de calcio elevados en la sangre provocan depósitos de calcio en el riñón (nefrocalcinosis) que pueden dañar gravemente la función renal. Finalmente, cuando la hipercalcemia es extrema se desencadenas trastornos en el ritmo del corazón (arritmia) y en los casos más graves coma y muerte.
Tratamiento
Los cuadros de toxicidad se tratan suspendiendo la suplementación y restringiendo la ingesta de calcio. Si la toxicidad es severa el paciente necesita hospitalización. En algunos casos el daño renal es irreversible.
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Dra. Odile Fernández. Médico de Familia, Superviviente de Cáncer. Autora del blog "Mis Recetas Anticáncer"